El acto de dedicación a la Madre de Dios
Madre de Dios, María Inmaculada, Te consagro mi cuerpo y mi alma, todas las oraciones y obras, alegría y sufrimiento, todo lo que soy y todo lo que tengo. Con un corazón dispuesto, me entrego a Ti en la esclavitud del amor. Te dejo total libertad para que me uses para la salvación de las personas y para la ayuda de la Santa Iglesia., de la cual eres la madre. Quiero hacer todo contigo a partir de ahora, por ti y para ti. sé, que no voy a hacer nada por mi cuenta, Pero puedes hacer de todo y siempre ganas. Así que hazlo, Ayuda de los fieles, a mi familia, mi parroquia y toda la patria fueron el verdadero reino de tu hijo y el tuyo. amén.